Los consejos populares sobre una buena hidratación recomendaban beber ocho vasos de agua al día, pero ¿en realidad es necesario? La ciencia revela algunos datos para descubrir la realidad detrás de este mito.
Mantener el equilibrio de la hidratación es importante para tu salud, pero las investigaciones revelan que beber agua es solo una parte de la ecuación para evitar enfermedades graves, considerando el clima, tu actividad física y tu dieta diaria.
Nuevos hallazgos han derribado creencias populares, demostrando que la cantidad de líquido que necesitas depende de factores como tu entorno o edad, y no de una cifra mágica que se solía admitir como una regla.
La famosa regla de los ocho vasos carece de respaldo, ya que la necesidad de agua en tu cuerpo varía drásticamente entre personas, haciendo imposible una recomendación de talla única que funcione para todos los organismos.
Un estudio publicado en la revista Science reveló que las necesidades de hidratación cambian según la humedad y hasta la zona donde estés. Por ejemplo, un atleta en la montaña gasta mucho más líquido que una persona sedentaria, por lo que un número fijo suele fallar como única métrica.
Para entender por qué esta regla es un mito, la investigación señala estos puntos clave:
Ignorar tu hidratación tiene un precio alto que no ves, pues la deshidratación crónica actúa en silencio y se asocia fuertemente con obesidad, diabetes e incluso una mayor mortalidad en adultos mayores de 50 años.
Si no bebes lo suficiente, tus células sufren estrés, lo que puede disparar enfermedades metabólicas y aumentar el riesgo de muerte por enfermedades crónicas. Estar bien hidratado se vincula a vivir más y mejor.
Te explicamos los peligros reales de no beber suficiente líquido, de acuerdo con un estudio de la revista Nutrients:
Harvard Health Publishing sugiere promedios de 3.7 litros para hombres y 2.7 litros para mujeres, pero esto incluye todos los fluidos diarios, no solo agua, variando según tu dieta y el clima donde vives.
Lo fascinante es que no todo debe salir de una botella; se estima que, dependiendo de tu cultura y dieta, entre el 20% y el 50% de tu ingesta de agua proviene de alimentos sólidos como frutas y verduras frescas.
Tu mejor herramienta de diagnóstico es gratuita y visual: el color de tu orina debe ser amarillo pálido; si se oscurece o se vuelve ámbar, tu cuerpo te está gritando que necesita líquido urgentemente para equilibrarse.
No confíes solo en la sed, especialmente si eres mayor, pues la capacidad de sentirla disminuye con la edad, dejándote vulnerable ante medicamentos que aceleran la pérdida de fluidos necesarios para tu salud.
Presta atención inmediata a esta lista de señales que indican que tus reservas de líquido están peligrosamente bajas, según el Servicio Nacional de Salud británico (NHS):
Hidratarse es un hábito de escucha interna y adaptación, donde beber gradualmente durante el día y acompañar tus comidas con agua o bebidas sin azúcar es la estrategia maestra para cuidar tu cuerpo y vivir mejor.

