En medio de la intensificación de las deportaciones de EE.UU. sobre el final de 2025, la CBS iba a mostrar cómo viven los migrantes detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Repentinamente, decidió quitar el documental. Ante la abrupta determinación, la cadena de televisión aseguró oficialmente que el programa requería información adicional, pero desde el equipo periodístico aseguraron que todo se debió a “razones políticas”.
El domingo, la cadena CBS News iba a transmitir un documental que mostraba cómo es el día a día de los inmigrantes confinados en el Cecot, ubicado en Tecoluca, El Salvador. El centro es conocido por su régimen de máxima seguridad, símbolo de la lucha del presidente Nayib Bukele contra las pandillas.
Antes de la emisión, la compañía de medios publicó en X: “La programación de la edición de esta noche de ’60 Minutes’ ha sido actualizada. Nuestro reportaje ‘Dentro del Cecot’ se emitirá en una emisión futura”.
La decisión de retirar el documental suscitó una reacción que colocó al programa 60 Minutes en el centro de la polémica. Un portavoz de CBS declaró que la determinación se basó en que al segmento le faltaba “información adicional”.
En una declaración del domingo, la editora jefe del canal, Bari Weiss, expresó: “Mi trabajo es asegurarme de que todas las historias que publicamos son lo mejor que pueden ser. Contar historias que no están listas por alguna razón -que carecen de suficiente contexto, digamos, o que les faltan voces críticas- sucede todos los días en cada redacción”.
Por su parte, en diálogo con The New York Times, Sharyn Alfonsi, una corresponsal que participó en la investigación, sostuvo que se debió a “razones políticas”. En esa línea, agregó que el reportaje “fue revisado cinco veces y aprobado”, por lo que no comprende cuál es la motivación.
“En mi opinión, retirarlo ahora, después de que se hayan cumplido todos los rigurosos controles internos, no es una decisión editorial, sino política”, indicó.
A principios de año, en marzo y abril, Donald Trump envió a 252 hombres venezolanos a la temida cárcel ubicada en El Salvador. El documento se centraba en el relato de estas personas sobre las condiciones a las que se enfrentaron.
En un comunicado de prensa el viernes para promocionar el segmento, CBS News dijo que Alfonsi había hablado con varios hombres ahora liberados de la prisión “quienes describen las condiciones brutales y torturantes que soportaron”.
Según tres personas familiarizadas con la situación y citadas por New York Times, Weiss vio el reportaje por primera vez el jueves. Luego, entre el viernes y el sábado, pidió que se añadiera una cantidad significativa de nuevo material.
Una de las sugerencias fue incluir una nueva entrevista con Stephen Miller, asesor de seguridad y arquitecto del plan de deportaciones de Trump, o un funcionario de alto rango similar de la administración. Además, proporcionó información de contacto personal de Miller.
Otra petición de Weiss consistió en la modificación del lenguaje. La editora cuestionó el uso del término “migrantes” para describir a los hombres venezolanos que fueron deportados hacia Estados Unidos. Al respecto, enfatizó que eran personas que entraron ilegalmente.
En sus declaraciones, Alfonsi aseguró que su equipo había pedido comentarios a la Casa Blanca, al Departamento de Estado (DOS, por sus siglas en inglés) y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
“Si la negativa de la administración a participar se convierte en una razón válida para descartar una historia, les hemos entregado efectivamente un ‘interruptor de apagado’ por cualquier información que encuentren inconveniente”, escribió.
Instalada como la cárcel más grande del mundo, Cecot fue diseñada para albergar a 40.000 reclusos. El complejo fue construido en una zona rural cerca de Tecoluca, unos 74 kilómetros al sureste de la capital San Salvador, e inaugurado el 31 de enero de 2023.
Según un artículo de BBC, está ubicado en una extensión de 116 hectáreas, de las cuales 23 pertenecen a edificios de la prisión. Sin ventanas, cuenta con ocho módulos e incluye:
También posee 256 celdas y está rodeado por dos cercos perimetrales de seguridad con malla ciclón, totalmente electrificados, y dos muros de concreto armado.
Rápidamente, se convirtió en el símbolo de la lucha de Bukele contra el terrorismo. Al anunciar la inauguración, declaró que en ese recinto “pagarán sus penas los terroristas que tanto luto han causado a la población salvadoreña”.
No obstante, la prisión fue objeto de críticas por distintos medios por las condiciones a las que se exponían a los reclusos. El director del lugar expresó que cumplen con las normas internacionales, aunque reconoció que allí no van instituciones externas ni ONGs.
En diálogo con BBC, Miguel Sarre, exmiembro del Subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura, manifestó: “Es un moridero de concreto y de acero donde hay un cálculo perverso para eliminar a las personas sin aplicar formalmente la pena de muerte”.
En ese sentido, Abraham Ábrego, director de litigio de Cristosal, una organización de derechos humanos de El Salvador, opinó que el centro es “un mecanismo de castigo, meramente punitivo”, y luego apuntó: “Esa es una lógica medieval, no un ejercicio moderno”.

