WEST PALM BEACH.– El presidente Donald Trump anunció el jueves que Estados Unidos lanzó un “ataque poderoso y mortal” contra el grupo jihadista Estado Islámico (EI, o ISIS por sus siglas en inglés) en Nigeria, tras afirmar en los últimos meses que los cristianos enfrentaban ahí una “amenaza existencial” equivalente a un “genocidio”, un argumento rechazado de plano por el gobierno nigeriano y analistas independientes.
Sin embargo, los primeros bombardeos del ejército estadounidense en el mayor país de África bajo el gobierno del magnate republicano contaron con apoyo del gobierno de Nigeria, según confirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Yusuf Tuggar.
Tuggar dijo a la BBC que el ataque fue una “operación conjunta” dirigida contra “terroristas”, y que “no tiene nada que ver con una religión en particular”.
Estados Unidos lanzó un “poderoso” ataque sobre posiciones del Estado Islámico en NigeriaTuggar dijo al canal local ChannelsTV que “fue Nigeria quien proporcionó información” a Washington y precisó que él mismo habló por teléfono con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dos veces minutos antes del ataque.
Sin nombrar específicamente a ISIS, Tuggar dijo que la operación había sido planeada “desde hace bastante tiempo”, que el presidente Bola Tinubu había dado “luz verde” a los ataques estadounidenses, y que podría haber más bombardeos de ese tipo.
“Es un proceso en curso y estamos trabajando con Estados Unidos. También estamos trabajando con otros países”, agregó.
El Comando militar estadounidense en África dijo el jueves en la red social X que llevó a cabo un ataque “a petición de las autoridades nigerianas en (el estado de Sokoto, en el noroeste del país) que mató a múltiples terroristas del EI”.
Trump escribió en su plataforma Truth Social que “ya había advertido previamente a estos terroristas que, si no detenían la matanza de cristianos, lo pagarían caro”.
El mandatario añadió que el “Departamento de Guerra realizó numerosos ataques perfectos” el día de Navidad contra objetivos de ISIS.
Sin embargo, las autoridades proporcionaron pocos detalles operativos y no estaba claro cuántas personas murieron.
Posteriormente, funcionarios de Defensa de Estados Unidos difundieron un video de lo que parecía ser el lanzamiento nocturno de un misil desde la cubierta de un buque de guerra que enarbolaba la bandera estadounidense.
Un responsable de Defensa de EEUU dijo que el ataque tuvo como objetivo múltiples terroristas en conocidos campamentos de Estado Islámico.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, publicó el jueves por la noche en X: “El presidente fue claro el mes pasado: el asesinato de cristianos inocentes en Nigeria (y en otros lugares) debe terminar”.
Hegseth dijo que las fuerzas militares de Estados Unidos están “siempre listas, así que ISIS lo descubrió esta noche, en Navidad” y añadió: “Más por venir... Agradecido por el apoyo y cooperación del gobierno nigeriano”, antes de despedirse con un “¡Feliz Navidad!”.
La ofensiva fue bienvenida por algunos sectores, pero criticada por otros como una escalada de las tensiones religiosas en el país más poblado de África, donde ha habido brotes de violencia sectaria en el pasado. Residentes y analistas de seguridad señalan que la crisis de seguridad en Nigeria afecta tanto a cristianos, predominantes en el sur, como a musulmanes, que son la mayoría en el norte; y rechazan que se encasille la violencia que vive el país en un marco de persecución religiosa, una narrativa promovida por la derecha cristiana en Estados Unidos y Europa.
Nigeria está luchando contra múltiples grupos armados, incluidos al menos dos afiliados a Estado Islámico: una rama del grupo extremista Boko Haram conocida como la Provincia de África Occidental de Estado Islámico en el noreste, y el menos conocido grupo Lakurawa, prominente en los estados del noroeste como Sokoto, donde las bandas utilizan grandes extensiones de bosques que conectan estados como escondites.
Analistas de seguridad dijeron que el objetivo de los ataques de Estados Unidos podría ser el grupo Lakurawa, que en el último año se ha vuelto cada vez más letal en la región, a menudo atacando comunidades remotas y fuerzas de seguridad.
“Lakurawa es un grupo que realmente está controlando territorios en Nigeria, en el estado de Sokoto y en otros estados como Kebbi”, dijo Malik Samuel, un investigador de seguridad nigeriano en Good Governance Africa. “En el noroeste, ha habido la incursión de grupos extremistas violentos que tienen motivos ideológicos”, señaló, culpando la incursión a la casi ausencia del Estado y las fuerzas de seguridad en puntos críticos.
El gobierno de Nigeria ha dicho previamente en respuesta a las críticas de Trump que personas de muchas religiones, no solo cristianos, han sufrido ataques a manos de grupos extremistas.
El Departamento de Estado anunció recientemente que restringiría las visas para los nigerianos y sus familiares involucrados en el asesinato de cristianos allí. Además, Estados Unidos designó recientemente a Nigeria como un “país de especial preocupación” bajo la Ley de Libertad Religiosa Internacional.
La población de Nigeria de 220 millones está dividida casi por igual entre cristianos y musulmanes. El país ha enfrentado durante mucho tiempo inseguridad desde varios frentes, incluido el grupo extremista Boko Haram, que busca establecer su interpretación radical de la ley islámica y también ha atacado a musulmanes que considera no lo suficientemente fieles.
Pero los ataques en Nigeria a menudo tienen motivos variados. Algunos religiosos apuntan tanto a cristianos como a musulmanes, también hay enfrentamientos entre agricultores y pastores por recursos menguantes, rivalidades comunales, grupos secesionistas y enfrentamientos étnicos.
La presencia de la seguridad estadounidense se ha reducido en África, donde las asociaciones militares se han encogido o cancelado. Las fuerzas estadounidenses probablemente tendrían que ser trasladadas de otras partes del mundo para cualquier intervención militar de mayor escala en Nigeria.
El jueves, la policía informó de que un presunto agresor suicida había matado al menos a cinco personas y herido a otras 35 en una mezquita del noreste de Nigeria, otra región afectada por los jihadistas.
En un mensaje navideño publicado anteriormente en X, el presidente nigeriano, Bola Tinubu, hizo un llamamiento a la paz en su país, “especialmente entre individuos de creencias religiosas diferentes”. “Me comprometo a hacer todo lo que esté en mi mano para consagrar la libertad religiosa en Nigeria y proteger de la violencia a cristianos, musulmanes y a todos los nigerianos”, agregó.
El ejército estadounidense lanzó la semana pasada ataques separados a gran escala contra decenas de objetivos del Estado Islámico en Siria, después de que Trump prometiera devolver el golpe tras un presunto ataque del grupo jihadista contra personal estadounidense en el país.
Agencias AFP, Reuters y AP
