La Navidad ha llegado oficialmente a la Casa Blanca y, con ella, la esperada decoración de Melania Trump. Bajo el lema “El hogar es donde está el corazón”, la primera dama presentó su proyecto en la primera Navidad que los Trump celebran tras su regreso al poder.
El anuncio llegó acompañado de un video difundido en sus redes, donde Melania compartió un recorrido por los majestuosos salones de la Casa Blanca.
Este año, la decoración navideña incluye un despliegue impresionante:
El árbol oficial, un abeto Concolor de más de seis metros, llegó desde Korson’s Tree Farms en Michigan y será encendido este jueves en la tradicional ceremonia en la Sala Azul.
La primera dama volvió a trabajar junto al diseñador Hervé Pierre, su colaborador habitual, para llevar lo que llamó “la calidez del hogar” a cada rincón de la residencia. La visión de Melania, como en años anteriores, combina estética clásica estadounidense con detalles enfocados en la familia, el servicio público y la historia nacional.
Cada sala de la Casa Blanca fue diseñada bajo un tema especial:
El Salón Este
Pensado como el corazón de las celebraciones rumbo al 4 de julio de 2026, este salón se decora con colores patrióticos, símbolos históricos y referencias a la independencia del país. Sobre todo, por el 250º aniversario de EE. UU. Es un entorno especialmente solemne, donde se mezcla lo festivo con lo conmemorativo.
El Cross Hall
Uno de los elementos que más llamó la atención fue un destacado cuadro en el Cross Hall que recrea el momento en que el presidente Donald Trump sobrevivió al intento de asesinato durante un mitin en julio de 2024. La obra, ubicada entre árboles iluminados, ha generado una fuerte reacción entre visitantes y medios.
La Sala Verde
Melania quiso dedicar este espacio a la unión familiar. Aquí destacan dos retratos hechos con más de 6.000 piezas de Lego, uno de George Washington y otro del presidente Trump, una aldea construida con fichas de dominó, guirnaldas de papel y juegos tradicionales que evocan la infancia.
La Sala Roja
Este salón, iluminado por 10.000 mariposas azules, rinde tributo a la iniciativa de la primera dama, Fostering the Future, dedicada a apoyar a jóvenes que han vivido en hogares de acogida. Además, el árbol luce adornos blancos con el lema de su campaña antibullying: “Be Best”.
En el Comedor de Estado, se exhibe la tradicional casita de jengibre, que este año replica el Pórtico Sur de la Casa Blanca y el Salón Oval Amarillo, creada con más de 54 kilos de jengibre.
Esta decoración navideña no sólo marca el estilo inconfundible de Melania Trump, sino también un momento clave para la narrativa del segundo mandato. Con estos elementos la Casa Blanca se convirtió en un símbolo vivo del espíritu navideño estadounidense.


