SANTIAGO.— Chile define en el balotaje de este domingo su próximo presidente con el ultraderechista José Antonio Kast como amplio favorito frente a la izquierdista Jeannette Jara, tras una campaña marcada por el temor a la delincuencia y el alza de la migración irregular.
Jara venció en la primera vuelta (26.8%), pero Kast y los demás candidatos de derecha (Johannes Kaiser y Evelyn Matthei) sumaron más de 50% de votos. El tercer lugar fue para el centrista Franco Parisi (19.7%) quien llamó al voto nulo en la segunda vuelta.
Las encuestas anticipan la victoria de Kast, líder del Partido Republicano, por amplio margen sobre Jara, exministra de Trabajo del actual gobierno de Gabriel Boric, que representa una coalición de centro-izquierda afín al oficialismo.
Si Kast es electo, se convertirá en el presidente más a la derecha desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.
Aunque Chile es uno de los países más seguros de la región, el crimen y la violencia son la mayor preocupación de los chilenos (63%), según una encuesta de Ipsos de octubre.
Desde 2010, la derecha y la izquierda se alternan el poder en Chile en cada elección.
Kast, de 59 años, es un devoto católico, está casado y es padre de nueve hijos. Se opone al aborto incluso en casos de violación, a la píldora anticonceptiva de emergencia, al divorcio y al matrimonio homosexual.
Ha defendido la dictadura de Augusto Pinochet, pero asegura que es un demócrata y no cae en las estridencias de otros líderes de extrema derecha.
Es el menor de 10 hijos de un matrimonio de alemanes que emigró a Chile.
Investigaciones periodísticas revelaron en 2021 que su padre fue miembro del partido nazi, pero Kast afirmó que era un recluta forzado.
Kast fue diputado por 16 años. En 2016, renunció a la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido en el que militó por décadas, al considerar que dejó los principios conservadores que lo inspiraban. En 2019 fundó el Partido Republicano.
Su propuesta de “escudo fronterizo” incluye levantar un muro en la frontera con Bolivia y desplegar 3 mil militares, además de la expulsión de casi 340 mil migrantes indocumentados. Lleva una cuenta regresiva para concretar su plan.
Reconoció que posee un revólver de cinco tiros, y quiere aumentar el poder de fuego de la policía y enviar militares a zonas críticas.
Esta es la tercera vez que Kast disputa unas presidenciales. Hace cuatro años, perdió el balotaje frente a Gabriel Boric.
Aunque milita en el Partido Comunista desde los 14 años, Jara es parte de su ala más liberal y crítica. Ganó la nominación oficialista en las primarias y representa a una coalición de nueve partidos.
Durante la campaña fue público su enfrentamiento con la cúpula del PC por su visión crítica de Cuba y Venezuela, que no considera como democracias.
Nació hace 51 años en El Cortijo, un barrio pobre del norte de Santiago, donde vivió junto a sus abuelos hasta la adolescencia.
Trabajó como recolectora de frutas y cajera antes de ingresar a la universidad. Se graduó de administradora pública y abogada.
Se casó a los 19 años mientras aún estudiaba y enviudó a los 21, tras el suicidio de su esposo. Volvió a casarse, tuvo un hijo, se divorció y actualmente está en pareja.
Su salto a la política llegó durante el gobierno de Boric, que la nombró ministra del Trabajo, desde donde impulsó la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas y una reforma al sistema de pensiones.
Propone aumentar el salario mínimo, fortalecer los derechos laborales y aumentar la producción de litio.
El plan de la candidata para la migración es controlar los ingresos por los pasos clandestinos y censar a los indocumentados para identificar a quienes tengan antecedentes penales y expulsarlos.
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