El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que presentará una regla única para regular la Inteligencia Artificial (IA), lo que genera inquietud entre los sectores que impulsan normas estatales. El planteo federal busca evitar diferencias regulatorias entre jurisdicciones.
En ese marco, Trump afirmó que divulgará un “libro de reglas” para estandarizar la supervisión a nivel nacional.
“Debe haber un solo reglamento si queremos seguir liderando”, aseguró en Truth Social. “Esta semana emitiré una orden ejecutiva de UNA REGLA. No se puede esperar que una empresa obtenga 50 aprobaciones cada vez que quiera hacer algo. ¡ESO NUNCA FUNCIONARÁ!”, señaló.
Trump adelantó que firmará una orden ejecutiva denominada “One Rule” para federalizar la regulación de la IA. Según una versión preliminar de la orden obtenida por The New York Times, lo que contempla es:
La intervención del presidente generó reacciones inmediatas. Algunos estados interpretan la medida como una amenaza a las políticas que ya han adoptado para abordar riesgos vinculados a esta herramienta, mientras que otros actores del sector tecnológico ven en la propuesta una oportunidad para reducir la carga administrativa que supone cumplir con requisitos diferentes en cada territorio.
Para algunos ejecutivos, un mosaico de regulaciones estatales genera incertidumbre y aumenta los costos de cumplimiento.
“Creo que debemos encontrar el equilibrio adecuado”, manifestó el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, en una entrevista Fox News Sunday. El líder tecnológico señaló que existen numerosos proyectos de ley en debate en distintas legislaturas locales, lo que podría generar sistemas regulatorios incompatibles entre sí.
Otros representantes del sector manifestaron inquietudes similares. Consideran que los requisitos de cumplimiento dispersos afectan a empresas que operan en todo ese país. Además, sostienen que la falta de una norma federal clara provoca que cada nueva herramienta se enfrente a revisiones distintas dependiendo del estado donde se utilice o comercialice.
“Estamos en una lucha para determinar quién se beneficiará de la IA: los directores ejecutivos de las grandes tecnológicas o el pueblo estadounidense”, declaró Sacha Haworth, director ejecutivo de The Tech Oversight Project, en un comunicado retomado por CNN.
La preocupación se manifiesta en el ámbito político. La senadora Amy Klobuchar advirtió que una orden ejecutiva que invalide leyes estatales podría dejar a los ciudadanos con menos protección.
“La IA es muy prometedora, pero también facilita estafas y deepfakes que perjudican a los estadounidenses”, aseguró en una publicación de Facebook.
Minnesota es uno de los estados que ya estableció normas orientadas a limitar contenidos manipulados y materiales no consensuados generados por IA. La legislación vigente regula la difusión de deepfakes con fines políticos y penaliza la creación y envío de imágenes sexuales generadas sin autorización.
Este tipo de normas surgieron ante la aparición de herramientas capaces de alterar imágenes y audios con facilidad.
Las normas actuales reflejan enfoques distintos según las prioridades de cada jurisdicción:
El avance simultáneo de marcos estatales plantea preguntas sobre la convivencia de múltiples regulaciones frente a una posible orden federal que busque unificar criterios.
La tensión entre ambos niveles de gobierno se volvió un eje central del debate.

