A todos nos ha pasado: ir a comprar verduras frescas, de colores vivos y crujientes, pero que con el paso de los días, adquieren otra textura y lucen secas, nada apetitosas, ni siquiera para una ensalada César sencilla.
Si este es tu caso, antes de pensar en tirar los vegetales a la basura, puedes intentar un truco de cocina muy sencillo, el cual, en ciertos casos, permite traer a la vida las verduras que tienen un aspecto marchito.
Un método con el cual no solo ahorrarás dinero, sino que también reducirás el desperdicio de alimentos, ya que podrás mantener verduras —como las zanahorias, lechugas y hasta los brócolis— frescas por más tiempo.
La organización York Region Food Network explica que la mayoría de las verduras que comemos tienen un 80 por ciento de agua en su composición, por lo cual la hidratación constante es vital.
Harold McGee señala en su libro Claves para una buena cocina: Una guía para aprovechar al máximo los alimentos y las recetas que los vegetales comienzan a deteriorase una vez que se cortan, debido a que se les quita el suministro de agua.
Por lo cual, cuando se agotan sus limitadas reservas de agua, sus células empiezan a colapsar, de acuerdo con el portal especializado en salud Eating Well, lo que ocasiona que estas luzcan secas y sin vida.
Es por este motivo que algunas verduras solo necesitan un poco de rehidratación para lucir como recién cortadas del huerto, para lo cual solo necesitas sumergirlas durante unos minutos en un recipiente con agua.
Eating Well señala que el truco funciona, debido a que las células de las verduras pueden empezar a absorber agua y reponer las células secas, aunque hay un pequeño truco para este método funcione.
Kathleen M. Brown, profesora de biología del estrés vegetal, explicó en una entrevista con The Washington Post, que debes colocar tus verduras en agua fría para que haga efecto, sin ningún otro ingrediente. Como máximo, añade hielos.
Pues aunque en internet circulan versiones que afirman que lo ideal es añadir sal, azúcar o vinagre al agua, en realidad nada de esto es necesario para que las verduras se rehidraten.
“Los aditivos reducen la diferencia de potencial osmótico entre la verdura y el agua, y reducen la tasa de rehidratación. Además, no necesitas esos sabores”, comentó la experta en la conversación.
Para traer tus verduras a la vida, puedes seguir pasos muy sencillos, tal como explica el portal Eating Well. El primero de ellos es recortar todas las partes de la verdura que ya no tienen salvación, debido a que están demasiado secas.
Una vez listas, agrega agua fría a un tazón y remoja tus verduras. Lo ideal es que lleves el recipiente con los alimentos al refrigerador y los dejes ahí por un tiempo de entre 15 y 30 minutos, dependiendo dela verdura.
En el caso de vegetales con una cutícula gruesa o una capa exterior cerosa, Kathleen M. Brown explica para The Washington Post que lo ideal es cortar los tallos y ponerlos en un jarrón con agua fría.
Una vez trascurrido el tiempo, podrás usar tus vegetales o en su defecto volverlos aguardar. Si este es el caso, recuerda secarlas muy bien para que no quede ningún rastro de agua en las verduras, ya que esta puede promover la proliferación de bacterias.
Eating Well explica que la mayoría de las hortalizas se pueden revivir con este método; así como las verduras de hoja verde, ya que estas tienden a marchitarse. Algunos ejemplos son:
Pero, no es recomendable usar esta técnica con vegetales como el calabacín, la calabaza, la calabaza y los tomates, ya que tienden a pudrirse mucho más rápido, agrega el portal.
Ten en cuenta que si tus verduras cambiaron de color, tienen manchas oscuras, partes licuadas, su textura es viscosa o apareció moho en ellas, lo mejor que puedes hacer es desecharlas, o en todo caso, aprovechar para hacer composta. Bajo ningún motivo debes comerlas.
